Este 16 de mayo se cumplen 20 años desde que celebramos a Don Orione en la Tierra como lo celebran en el Cielo. 20 años de su canonización. El 16 de mayo de 2004, el Papa Juan Pablo II canonizó a Luis Orione.
Un hombre Santo, porque durante toda su vida buscó de manera perpetua servir a Jesús y a los hermanos, principalmente los más pobres, los desamparados. Santo, porque de principio a fin vivió con una pasión formidable el llamado a mostrar el rostro misericordioso de Dios. Santo, porque se entregó en cuerpo y alma, hasta el último suspiro, en los brazos de la Santísima Virgen y de la Divina Providencia.
Juan Pablo II se refirió a él de la siguiente manera: «Hombres que han entregado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo» (Hch 15, 26). Estas palabras de los Hechos de los Apóstoles pueden aplicarse bien a San Luis Orione, hombre totalmente entregado a la causa de Cristo y de su reino. Sufrimientos físicos y morales, fatigas, dificultades, incomprensiones y todo tipo de obstáculos marcaron su ministerio apostólico. «A Cristo, la Iglesia y las almas -decía- se los ama y sirve en la cruz y crucificados, o no se los ama y sirve» (Escritos, 68, 81).
El corazón de este estratega de la caridad «no conoció confines, porque estaba dilatado por la caridad de Cristo» (ib., 102, 32). El celo por Cristo fue el alma de su vida intrépida, el impulso interior de un altruismo sin reservas y el manantial siempre fresco de una esperanza indestructible.
Este humilde hijo de un empedrador proclama que «sólo la caridad salvará al mundo» (ib., 62, 13) y repite a todos que «la perfecta alegría está sólo en la entrega perfecta de sí a Dios y a los hombres, a todos los hombres».
Cuando Juan Pablo II dio la noticia de que Don Orione, el fundador de la Obra de la Divina Providencia, iba a ser canonizado el 16 de mayo próximo en Roma, surgieron varias respuestas, entre ellas la del padre Roberto Simionato, el superior general de la congregación: «Se nos convoca a una gran fiesta, pero principalmente a una gran responsabilidad: somos herederos de un santo».
Luigi Orione, conocido como Don Orione nació en Pontecurone, Italia, el 23 de junio de 1872 y falleció en San Remo el 12 de marzo de 1940. Este sacerdote católico fue el fundador de la «Pequeña Obra de la Divina Providencia», más conocida como Obra Don Orione, y de las «Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad».
Desde su infancia en un hogar marcado por la pobreza, pero rico en fe, Don Orione se sintió llamado al sacerdocio. Dedicó su vida al servicio de los más necesitados, especialmente niños de escasos recursos y víctimas de terremotos en Italia. Don Orione fue beatificado en 1980 y canonizado en 2004 por el papa Juan Pablo II. Tras su muerte, su legado continúa siendo un referente de devoción y servicio, con su cuerpo descansando en el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia en Tortona, Italia. Por este motivo, cada 16 de mayo celebramos el día de San Luis Orione, fecha muy significativa para todos nosotros, como integrantes y amigos de la familia Orionista.