Actividades intergeneracionales en el medio rural asturiano

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La Asociación El Patiu promueve la participación comunitaria intergeneracional en el medio rural asturiano. Mediante actividades como "Juega Pueblos", niños y mayores comparten cultura y tradiciones, fortaleciendo vínculos afectivos.
La participación comunitaria se considera esencial para el desarrollo de la labor de la Asociación El Patiu, situada en la zona rural asturiana. Este tipo de participación actúa como un elemento enriquecedor y terapéutico para los habitantes del territorio, sin importar su edad, procedencia o condición social.

El medio rural como espacio de convivencia

El entorno rural se ha revelado como el espacio ideal para que niños, personas mayores y vecinos compartan cultura, costumbres y tradiciones a través del juego creativo y diversas actividades comunitarias.

Las acciones comunitarias intergeneracionales constituyen una parte crucial de los programas de infancia y adolescencia desarrollados, obteniendo una respuesta muy positiva de los participantes.

Actividades del Plan Municipal de Infancia de Llanes

Como parte del Plan Municipal de Infancia de Llanes, se organizan múltiples actividades intergeneracionales. Destaca especialmente «Juega Pueblos», una actividad itinerante y gratuita que se desarrolla en diferentes núcleos rurales del municipio. Dirigida a niños de entre 5 y 12 años, esta iniciativa permite jugar, compartir y conocer la riqueza humana, cultural y natural de las localidades.

Estas actividades motivan a los vecinos a colaborar en la acogida de niños de otros pueblos, mostrando con orgullo su vida, costumbres, tradiciones, paisaje y paisanaje.

La red de colaboración y las residencias de mayores

Gracias a un intenso trabajo en red entre todas las partes implicadas, las residencias de mayores se están convirtiendo en espacios abiertos a la convivencia intergeneracional. Las personas mayores aportan sabiduría, mientras que los niños les retribuyen con alegría y entusiasmo, creando encuentros mágicos y motivadores.

De este modo, los niños normalizan las relaciones afectivas con los mayores, creando vínculos y apegos que los acercan a la vida comunitaria.

La vida rural debe ser entendida como una fuente de riqueza intergeneracional, en un ambiente natural lleno de recursos saludables. Este acercamiento es posible gracias a una red organizada de agentes sociales que facilitan la unión entre vecinos, niños, jóvenes y personas mayores.

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