Casa LLUME, un refugio para personas sin hogar

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La Casa de Acogida LLUME, ubicada en el Centro Don Orione, ofrece refugio a personas sin hogar en Llanes. Proporciona cobijo, comida y apoyo emocional, trabajando en su reinserción social con la colaboración de Cáritas, Cruz Roja y el Ayuntamiento de Llanes.
La Casa de Acogida para Personas Sin Hogar LLUME, ubicada en el Centro Don Orione de Posada de Llanes, nació en 2020 como respuesta a la falta de espacios de alojamiento para personas sin techo en la zona oriental de Asturias, una situación agravada por la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19. Desde entonces, se ha convertido en un recurso vital para quienes se encuentran en situación de vulnerabilidad extrema.

LLUME, impulsada desde la Asociación El Patiu, proporciona a sus usuarios servicios básicos esenciales, como cobijo y comida en condiciones dignas, junto con instalaciones para el aseo personal, consigna para sus pertenencias y actividades de ocio. Sin embargo, su labor va mucho más allá de satisfacer estas necesidades inmediatas. El equipo de LLUME trabaja para ofrecer un espacio de escucha activa, donde cada persona es tratada con respeto y dignidad, con el objetivo de iniciar un proceso de intervención que, siempre que sea posible, conduzca a la reinserción social.

Apoyo comunitario y colaboración institucional

El proyecto cuenta con el respaldo del Ayuntamiento de Llanes, así como con la colaboración de Cáritas, la Diócesis de Oviedo, Cruz Roja, el Centro Don Orione, Protección Civil Llanes y los Servicios Sociales municipales. Además, está valorado positivamente por el Equipo Territorial del Área VI, dependiente de la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar del Principado de Asturias.

LLUME se dirige a personas que, por diversas circunstancias vitales, han perdido su hogar y se encuentran en grave riesgo de exclusión social. Su enfoque no se limita a proporcionar un techo temporal, sino que busca ofrecer compañía y crear un ambiente acogedor, libre de prejuicios y miedos sociales. El objetivo es que cada persona sienta que LLUME es su hogar, al menos durante su estancia.

Inclusión social a través de la escucha y el acompañamiento

En LLUME, además de ofrecer una cama limpia, alimentos calientes y servicios básicos como el aseo o el lavado de ropa, se centra en los itinerarios de inclusión social. Estos comienzan con la escucha activa y la interacción a través de actividades como la lectura, las manualidades o los juegos de mesa. Cada persona tiene una historia única, una «mochila vital», y la conversación sin juicios es el primer paso para crear un ambiente de esperanza y apoyo.

Algunas personas encuentran en la cena compartida una intervención significativa en su vida diaria, mientras que otras participan en talleres de habilidades sociales y de creación de currículum, diseñados para ayudarles a avanzar hacia la inclusión laboral.

Además, el acompañamiento fuera del recinto de LLUME es clave para su reintegración en la comunidad. Al facilitar su interacción en el entorno y ayudarles a recuperar la normalidad social, LLUME no solo ofrece refugio físico, sino que también empodera a los participantes para que vuelvan a ser parte activa de la sociedad.

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