Mucho se ha escrito y dicho desde el viernes cuando Ángel Gabilondo, Defensor del Pueblo, presentó en el Congreso de los Diputados el informe sobre los abusos a menores en el seno de la Iglesia católica.
Lo más comentado de dicho informe en los medios de comunicación ha sido la extrapolación de datos de la encuesta realizada por GAD3 para el informe del Defensor del Pueblo. La encuesta ha preguntando a 8.013 mayores de edad residentes en España (4.802 por teléfono, 3.211 online). Según ese sondeo, un 0,6% declararían haber sido abusados en su infancia o adolescencia por un sacerdote, y un 1,13% por otra persona (catequista, monitor, educador) en un ámbito católico. De ahí, las supuestas 441.000 víctimas, extrapoladas a partir de 38 millones de adultos en España.
Los obispos españoles, a través del secretario general y del presidente de la Conferencia Episcopal, han rechazado esos datos. Además, también han cuestionado recientemente la «opacidad» de dicha encuesta. De lo que no hablan los medios (o menos) es que más del 11% de los encuestados reconoce haber sufrido abusos siendo menor, siendo el ámbito familiar el foco donde más abusos se cometen. Si se hiciera la misma extrapolación de datos que hacen con la Iglesia, la cifra sería que más de 4 millones de personas en España han sido víctimas de abusos.
Aunque Gabilondo insistió al término de la rueda de prensa de que «no se trata de ningún ataque a la Iglesia», lo cierto es que por las redes sociales y medios de comunicación triunfó el relato de que casi medio millón de españoles han sido abusados en el seno de la Iglesia católica. Lo único confirmado, es que el Defensor del Pueblo ha recogido 457 casos (de los cuales el 84% son hombres) por medios propios aunque ha utilizado los informes elaborados por la Conferencia Episcopal y los de El País para completar su informe. Ángel Gabilondo advirtió ante los periodistas que «no estaba previsto hacer un cálculo de números en este informe».
El Defensor del Pueblo hizo hincapié en que la idea no era tanto hacer una investigación exhaustiva sobre cuántos casos de abusos hay, sino más bien ofrecer una batería de propuestas y líneas de actuación para la Iglesia. Una de las medidas planteadas por Gabilondo, fue la de crear un fondo estatal para reparar económicamente a las víctimas de pederastia. Los obispos españoles no ven con malos ojos esa medida y colaborarán siempre y cuando esa reparación se extienda a «todas» las víctimas, es decir, no solo a las que tienen que ver con la Iglesia. De no ser así, la Iglesia española no cooperará con dicho fondo estatal.
Valoración de la Conferencia Episcopal
Los obispos españoles se reunieron el lunes 30 de octubre en una Asamblea Plenaria extraordinaria para analizar los datos arrojados por el informe del Defensor del Pueblo. Un informe, al que algunas diócesis (como la de Ibiza u Oviedo) han respondido para defenderse de los datos que arroja el Defensor del Pueblo sobre la falta de colaboración de algunos obispados.
Tanto el cardenal Omella como el secretario general de la CEE, César García Magán, han reiterado su petición de perdón a todas las víctimas y aseguran que la Iglesia trabaja para erradicar la lacra de los abusos, pero advierten de que se trata de una lucha global que afecta a toda la sociedad.
El arzobispo de Barcelona ha afirmado que «duelen los abusos cometidos en la Iglesia» pero también «sorprende también la extrapolación que se hace de los datos obtenidos en una encuesta adjunta al informe. No corresponden a la verdad ni representan al conjunto de sacerdotes y religiosos que trabajan lealmente y con entrega de su vida al servicio del Reino».
El cardenal Omella se ha mostrado crítico con la encuesta de GAD3 y ha confirmado que no saben cómo se ha hecho ni las preguntas planteadas, por lo que el purpurado ha asegurado que «hay una opacidad para llegar a una conclusión que no es lógica».
En definitiva, el mensaje que se trata de lanzar desde la Iglesia en España, es que hay que luchar y combatir los abusos sexuales. Para ello, se comprometen a ofrecer una reparación «integral» que engloba aspectos psicológicos, espirituales y también económicos. Pero por otro lado, se muestran escépticos con los datos que algunos medios de comunicación están arrojando a raíz de la extrapolación de un dato de una encuesta de GAD3 encargada por el Defensor del Pueblo en la que tampoco se tiene en cuenta el margen de error.
