Descubre qué vitaminas y suplementos son esenciales para la salud de las personas mayores. Conoce sus beneficios y la importancia de una alimentación equilibrada.
Las personas mayores pueden necesitar suplementos para mantener su salud. Vitaminas como la D, B12 y minerales como el calcio y el magnesio son esenciales. Es clave consultar con un especialista para evitar excesos y garantizar una nutrición adecuada.
A medida que las personas envejecen, su cuerpo cambia y sus necesidades nutricionales también lo hacen. Tomar el sol para tener vitamina D, nos ayuda a reforzar nuestra salud, pero, hay ciertas vitaminas que solo se pueden adquirir con suplementos o con una buena alimentación, equilibrada y sana. 

Las personas mayores, especialmente, necesitan tomar ciertos medicamentos o vitaminas para estar más fuertes, más sanos y cuidar más su salud. Sin embargo, no todas las vitaminas son valiosas para todas las personas, ni para todos los momentos. Para mantener una buena salud en la tercera edad, es importante asegurarse de obtener las suficientes vitaminas y minerales esenciales y para ello, lo mejor es ponerse en contacto con un nutricionista o un experto en sanidad que ayude a los mayores a ver cuáles son las mejores opciones para sus necesidades. 

Vitaminas y minerales recomendadas para las personas mayores

La Vitamina D es uno de los suplementos más recomendados, especialmente para aquellas personas que están poco expuestas al sol o con riesgo de osteoporosis, por ello es denominada como la vitamina de la luz solar. Puede obtenerse de fuentes naturales como su segundo nombre indica, de la exposición al sol, pero también de otras como los pescados grasos (salmón, atún), huevos o productos lácteos fortificados. Es una vitamina muy beneficiosa porque ayuda a la absorción del calcio, fortalece los huesos y reduce el riesgo de fracturas y de osteoporosis. 

El calcio es recomendable para mantener la salud ósea, así como para prevenir la osteoporosis. Puede obtenerse de fuentes naturales, por ejemplo, de los lácteos, almendras, sardinas o vegetales de hoja verde como las espinacas o las coles. Especialmente, para aquellas personas que no suelen incorporar suficiente calcio en las dietas, son alimentos muy recomendados para empezar a adquirir este mineral vital para el cuerpo humano. 

La vitamina B12 es esencial para la producción de glóbulos rojos y el mantenimiento del sistema nervioso. Se puede adquirir de las carnes, pescados, huevos, lácteos y cereales fortificados. Las personas mayores tienen menor capacidad de absorber de los alimentos esta vitamina, por lo que se recomienda tomar un suplemento.

Los ácidos grasos como el Omega-3 consiguen reducir la inflamación, mejoran la salud del corazón y pueden ayudar a la función cognitiva. Es especialmente útil para las personas mayores que sufren de enfermedades cardiovasculares. Se puede tomar como suplemento o encontrar en alimentos como los pescados grasos (salmón, caballa), semillas de chía, nueces o en el aceite de linaza.

El Magnesio es un mineral especialmente beneficioso en determinadas enfermedades, como las cardíacas e hipertensión: algunas investigaciones han demostrado que el magnesio puede reducir el riesgo de infarto y enfermedades cardiovasculares. Por ello, se denomina como una vitamina que ayuda a la función muscular y nerviosa, regula la presión arterial y mejora la salud ósea. Se puede encontrar en fuentes naturales como los frutos secos, legumbres, semillas, cereales integrales o en las espinacas. En caso de deficiencia, especialmente si hay calambres musculares frecuentes, se recomienda a las personas mayores tomar magnesio como suplemento. 

La Vitamina C fortalece el sistema inmunológico, mejora la cicatrización de heridas y actúa como antioxidante. Es un suplemento recomendado si la ingesta de frutas y verduras es baja, se puede encontrar en cítricos, fresas, kiwis, pimientos y tomates.

El Zinc es un suplemento vital para aquellas personas que sufren de infecciones recurrentes o pérdida de apetito. Si quieres tomarlo de forma natural puedes recurrir a carnes, mariscos, legumbres o frutos secos. Con ello, conseguirás reforzar el sistema inmunológico, mejorar la cicatrización y ayudar en la función cognitiva.

Y, por último, la Coenzima Q10, no es muy común, ya que es una sustancia similar a las vitaminas que se encuentran fácilmente en los alimentos, o un antioxidante que el cuerpo produce de forma natural. En el caso de que no sea así, y necesites reforzarlo se encuentra en las carnes, pescados o frutos secos. Ayuda a la producción de energía celular y protege. Es recomendable, especialmente, en personas con enfermedades cardiovasculares o que toman estatinas.

Cuando hablamos de vitaminas no se suele hablar de probióticos, pero también son fundamentales, especialmente para favorecer la salud digestiva y reforzar el sistema inmunológico. En caso de problemas digestivos es muy recomendable, y principalmente cuando se toman antibióticos, para no dañar el digestivo. El medicamento como tal da mucha vitamina, pero si no, también se puede encontrar en alimentos como los yogures, kéfir, chucrut o miso.

Es muy importante consultar todo con un médico o un especialista en nutrición porque el exceso en la toma de suplementos no es bueno y puede producir alteraciones con medicamentos previamente recitados. Además, se debe priorizar una alimentación equilibrada y variada, y solo recurrir a los suplementos cuando sea necesario. Finalmente, en lo que más hay que incidir por encima de cualquier vitamina o suplemento es en la toma de agua. Mantenerse hidratado y llevar un estilo de vida activo complementa los beneficios de estos nutrientes.

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