Las residencias son de gran ayuda para las personas de la tercera edad, pero también hay otras opciones a considerar e igual de positivas, incluso más si las necesidades lo requieren.
Además, de residencias, existen centros de día y asistencia domiciliaria para el cuidado y la protección de las personas mayores que no pueden vivir solas, ya sea porque necesitan depender de otra persona o porque se sienten solas en sus viviendas. Aunque cumplen la misma función: asistir a las personas mayores con necesidades: son tres tipos de ayuda, que parecen similares, pero no son exactamente lo mismo.
Estancia
En primer lugar, se diferencian por la estancia. Las residencias son de convivencia interna, es decir, las personas mayores viven las 24 horas del día en la residencia, recibiendo ayuda en todo momento. Desayunan, comen, cenan, duermen, realizan actividades, refuerzan la musculatura en el gimnasio, reciben visitas, etc. Están atendidos durante todo el día por profesionales especializados y que se vuelcan al cien por cien en ellos. Las personas que ingresan en las residencias pueden vivir allí de forma permanente o de forma temporal, si en un futuro pueden volver a sus casas y ser independientes.
La estancia de los centros de día es diferente, como bien indica el nombre, son similares a las residencias, ya que reciben la misma ayuda, pero solo van durante el día, y regresan a sus hogares por la noche. Incluso, pueden ir únicamente entre semana y pasar los fines de semana en sus viviendas. Muchas personas lo comparan como un colegio para personas mayores con necesidades, ya que la estancia es similar.
Y, por último, la asistencia domiciliaria, que es un poco distinta a las otras dos, ya que no son los mayores quienes acuden a un centro, sino, que son los propios profesionales quienes acuden a los hogares de las personas mayores para visitarles, hacerles compañía, ayudarles con la comida, con la limpieza del hogar, etc. Al igual que las residencias y centros de día, estos profesionales pueden ir durante un periodo del día o estar de forma interna viviendo con ellos.
Servicios
Las residencias ofrecen una atención más especializada en la rama sociosanitaria integral, incluyendo alimentación, cuidados médicos, actividades recreativas y apoyo emocional. Al estar de forma interna, las personas mayores requieren ayuda de todo tipo y las residencias tienen que estar capacitadas para actuar en cualquier circunstancia. Mientras que las residencias se centran más en la parte del cuidado sanitario, los centros de día se especializan en el entretenimiento. Son lugares que ofrecen la diversión a las personas mayores apoyándose en actividades terapéuticas y estimuladoras como talleres, ejercicios y apoyo para mantener la independencia. Muchos de los ejercicios están basados en manualidades usando sus capacidades motrices, y recuperando esa vitalidad que poco a poco estaban perdiendo.
Y, por otro lado, destacan los servicios de la asistencia domiciliaria, son personas especializadas en el apoyo emocional de las personas mayores y generalmente acuden a sus hogares para hacerles esa compañía que tanto necesitan y echan en falta. Además, de este apoyo emocional, son cuidadores que se encargan de su salud diaria, siempre y cuando esté revisada y consultada por un médico, también los animan con actividades diarias, divertidas y entretenidas para hacer de su día un momento más feliz y único. Son personas que generalmente ayudan con las tareas diarias, tanto la limpieza del hogar como la realización de las comidas para que mantengan una buena alimentación.
Perfil del usuario
Las personas que acuden a una residencia suelen ser ancianos, personas de la tercera edad con necesidades importantes que no pueden afrontar solos ni con ayuda de sus familiares. Son personas con un alto grado de dependencia que necesitan asistencia y por ello necesitan estar de forma interna, ya sea permanentemente o de manera temporal. En cambio, las personas que acuden a centros de día son mayores que tiene una dependencia, pero mucho más moderada que las personas que viven en residencias. Aunque son independientes, buscan mejorar su autonomía y calidad de vida y por ello acuden a este tipo de centros para pasar la mañana.
Y, por último, el perfil de usuario de las personas que necesitan o tienen una asistencia domiciliaria son aquellas personas mayores que prefieren permanecer en su hogar, ya que sus necesidades se lo pueden permitir, pero necesitan ayuda con ciertas actividades diarias que no pueden realizar ellos mismos, como hacían antes.
Es importante reconocer que hay varias opciones disponibles para el cuidado de las personas mayores, y cada una tiene sus propias ventajas según las necesidades individuales. Es fundamental evaluar las necesidades específicas de cada persona mayor para elegir la opción más adecuada. La asistencia domiciliaria puede ser ideal para aquellos que valoran su independencia y comodidad en el hogar, mientras que las residencias y centros de día ofrecen un entorno más estructurado y social.