El primer jueves del mes de noviembre se conmemora el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso Escolar y Familiar, incluyendo el Ciberacoso. Esta fecha tiene como objetivo aumentar la conciencia sobre el grave problema del acoso escolar y familiar, así como el bullying, que afecta a niños y jóvenes en todo el mundo. Además, se busca promover la búsqueda de soluciones y mecanismos para prevenir este daño.
La Fundación Madrina, que se encarga entre otras cuestiones de atender a mujeres embarazadas, destaca que es fundamental poner fin a esta forma de violencia que afecta a la población infantil en todo el mundo, ya que provoca graves consecuencias psicológicas, incluyendo el suicidio, el fracaso escolar y la exclusión. Es relevante destacar que en las últimas cinco décadas, la población infantil de 0 a 14 años ha disminuido en su proporción con respecto a la población mundial, pasando del 38% al 25% del total. Esta reducción hace que la protección de los niños y jóvenes sea aún más crucial en la sociedad actual.
Debido a esta situación, desde la Fundación Madrina denuncian que es alarmante que las adolescentes embarazadas sean aún más vulnerables al acoso escolar y familiar, sufriendo señalamientos y persecuciones por parte de compañeros y profesores. Esto, se traduce en un mayor absentismo. Es muy preocupante que la Fundación Madrina haya tenido conocimiento de casos en los que directores de escuelas públicas alienten a los estudiantes a aislar a las adolescentes embarazadas, incitando a sus compañeros a no interactuar con ellas como si fueran un mal ejemplo. Esta actitud agrava aún más la situación de las jóvenes embarazadas y contribuye al acoso escolar que enfrentan. Es esencial abordar este tipo de discriminación y promover un entorno de apoyo y comprensión en las escuelas para todas las estudiantes, independientemente de su situación.
Es importante destacar que la maternidad temprana suele excluir a las jóvenes del sistema educativo y del ámbito laboral. En este contexto, la Fundación Madrina ha tenido que recurrir a la contratación de profesores externos para proporcionar clases particulares a estas adolescentes. Además, han desarrollado un programa de inmersión en la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) dirigido a mujeres adultas que fueron víctimas de exclusión escolar debido al acoso escolar y la falta de accesibilidad y adaptación de las aulas a las necesidades de las jóvenes madres. Esto es fundamental para brindarles la oportunidad de continuar su educación y mejorar sus perspectivas futuras.
La Fundación Madrina denuncia la eliminación de los defensores del menor en todas las administraciones autonómicas, cuyas competencias han sido transferidas a las mismas administraciones que legislan en el ámbito familiar. Además, señala que no se han fortalecido ni potenciado las unidades policiales encargadas de la protección de los menores frente al crecimiento del acoso escolar y familiar. Esta situación plantea preocupaciones importantes sobre la falta de salvaguardias y apoyo institucional adecuado para la protección de los derechos de los menores y la lucha contra el acoso.
Por todo ello, urge tomar medidas para prevenir el acoso escolar y familiar y el ciberacoso, ya que estas formas de violencia pueden tener graves consecuencias en la salud mental y emocional de los niños y jóvenes. En esta misión, es fundamental involucrar a padres, profesores, alumnos y autoridades para erradicar este problema y garantizar un ambiente escolar y familiar seguro y saludable para todos.
Con el fin de prevenir el acoso escolar y familiar y el ciberacoso, la Fundación Madrina propone aplicar y adoptar algunas medidas como la elaboración de protocolos de prevención del acoso escolar y familiar y ciberacoso; instaurar la figura independiente del Defensor del Menor; promover la educación en valores y el respeto a los demás, desde edades tempranas o realizar campañas de concienciación y sensibilización sobre el acoso escolar y familiar y el ciberacoso.