Las Guerras e incidentes causan un antes y un después en la economía mundial, ya lo vivimos con el COVID hace casi cuatro años. El inicio de la Guerra de Ucrania en 2022 nos ha pasado factura por igual. A la mayoría de los ciudadanos, salvaguardando estos cinco casos de los más ricos (y alguno más) les ha traído consecuencias negativas, especialmente marcadas por la inestabilidad económica y social. Si nos ponemos a buscar un culpable del aumento de la desigualdad, diría que son los precios. La subida en las facturas de los alimentos y los costos han alentado esta desigualdad social.
Lo que muchos no tienen en cuenta es el otro tanto por ciento de la sociedad, aquellos que representan más de la mayoría (60 %). Casi 800 millones de personas de medio centenar de países han perdido un billón y medio de dólares en dos años. Esta crítica situación de los más pobres del planeta equivale a 25 días menos de salario por cada trabajador.
Algunas empresas también tienen mucha riqueza y forman parte de esta desigualdad. Las diez primeras más potentes a nivel mundial superan los 10 billones de dólares de facturación. Esta cifra es más impactante cuando nos damos cuenta de que supera al PIB de todos los países de África y América Latina juntos, que apenas alcanzan los 9,4. Hablamos de pobreza, pero ¿qué sucede con las fortunas de los milmillonarios que crecen desorbitadamente? Al igual que hay desigualdad entre ricos y pobres, también la hay entre los grandes ricos. El dinero no se reparte de forma equitativa, sino que, por cada 100 dólares generados por estas potenciales compañías, 82 acaban en manos de sus mayores accionistas.
Las desigualdades aumentan en función del género. Las mujeres ganan un 15% menos en promedio. A nivel mundial, los hombres poseen 105 billones de dólares más, una cifra equivalente al tamaño de la economía estadounidense por cuatro. Además, el género femenino se ve sobrerrepresentado entre los sectores peores pagados. Las diferencias raciales y étnicas también se hacen notar en la economía. En Brasil, de media, las personas blancas tienen ingresos un 70% superiores a los de las afrodescendientes.
Estos últimos años la brecha entre Norte y Sur ha crecido por primera vez desde que empezó el siglo XXI. La desigualdad también tiene un componente geográfico. Los países del Norte global, que representan al 21% de la población, poseen casi el 70% de toda la riqueza del mundo. El 74% de los milmillonarios proceden de algún país localizado en esta parte “privilegiada” del planeta y sólo el 1% más rico del mundo tiene el 48% de los activos financieros de Oriente Medio, el 50% de los asiáticos y el 47% de los europeos.
Los dos nombres más sonados en cuanto a riqueza son Jeff Bezos y Bernad Arnault. El primero de ellos es uno de los más conocidos, por ser el dueño de la plataforma Amazon, cuenta con 167.400 millones de dólares. Y, Bernad Arnault, es el segundo hombre más rico del mundo que preside el imperio de artículos de lujo LVMH, además de propietario de dos grandes medios de comunicación: Les Échos y Le Parisien.