La respuesta de la comunidad fue extraordinaria. Las rosquillas se vendieron íntegramente durante la misa dominical en la parroquia local, gracias a la implicación y colaboración de los feligreses y vecinos. Animados por el éxito de esta primera acción, los organizadores han decidido continuar con la actividad, con un objetivo claro: recaudar los fondos necesarios para comprar una lavadora que será donada a una familia afectada por el temporal.
Desde el Centro Don Orione han expresado su agradecimiento a todos los que han participado en la iniciativa. «Nos llegó el rumor de que estaban muy ricas», comentaron con entusiasmo los miembros del grupo Leo, destacando la buena acogida que ha tenido la propuesta.
La iniciativa no se detendrá aquí. El grupo Leo ya está planificando nuevas jornadas de preparación y venta de rosquillas para alcanzar la meta propuesta. Esta actividad, además de ser un gesto solidario, fomenta el trabajo en equipo y el compromiso social entre los participantes.