La formación se centró especialmente en la gestión de incendios, proporcionando al equipo instrucciones claras y protocolos específicos para responder de manera rápida y efectiva. Según uno de los coordinadores del centro: «La seguridad es una prioridad absoluta. Queremos que todo el equipo esté preparado para actuar de forma eficiente y garantizar la protección de todos».
La jornada culminó con un simulacro de evacuación, que permitió evaluar la aplicación práctica de los conocimientos adquiridos y la capacidad de coordinación entre los distintos departamentos del centro. Este tipo de actividades no solo refuerzan las competencias del personal, sino que también contribuyen a crear un entorno más seguro y confiable para los mayores.