A veces la actualidad nos sirve para darnos cuenta de los errores que hay en la sociedad, de lo que nos rodea, entonces es cuando nos empezamos a preocupar.
El día a día está lleno de noticias que nos llegan desde diferentes puntos y sobre distintas cosas. Tristemente los últimos meses hemos recibido y leído noticias que ponían en entredicho el trabajo de los agricultores.
¿Es una mala noticia escuchar que están protestando? ¿Es negativo darse cuenta de que están rodeando Madrid para intentar que les hagan caso desde el Ministerio? La respuesta es no, todo lo contrario, no es negativo, sino positivo. Con ello, nos hemos dado cuenta de la gran labor que hacen, de la cantidad de familias que se dedican al sector primario y viven de ello, y especialmente nos hemos dado cuenta de lo poco que somos conscientes de sus problemas.
Gracias a estas noticias, gracias a la actualidad hemos empatizado más con su situación. Y, es muy triste a nivel sociedad que tengan que “revelarse”, por decirlo de alguna manera para hacerse oír. Aprendamos a ser más solidarios, a escuchar y entender los problemas de los demás, aunque los veamos muy lejos y los notemos a largas distancias.
El sector primario es un gran protagonista en el progreso de los pueblos. Hay muchas historias como la de un hombre llamado Ventura González, agricultor desde la infancia y así se lo transmite a sus hijos. Él se dedica a este sector y nos cuenta la historia desde su tractor verde «Yo lo llamo la máquina de pensar, porque paso tantas horas aquí metido que me da tiempo a pensar mucho», comenta entusiasmado. Es un trabajo muy duro porque desde que se levanta a las 4:30 de la mañana no para, tiene que empezar tan pronto el día para subirse al tractor y dedicarse al campo.
Siempre ha vivido esta vocación desde la infancia y es que el mundo agrícola siempre ha sido muy familiar: «Siento que siempre he pertenecido a esto. Mis primeros recuerdos son ayudando a mi padre en las labores agrarias», cuenta. Junto con su padre y su tío cultivan cereales, hortícolas y viñedos durante todo el año en Madrigal de las Altas Torres, en la provincia de Ávila.
La FAO expone que esta forma agrícola (la que lleva a cabo Ventura) es la que más predomina en el mundo dentro del sector de la producción de alimentos. Incluso en Europa, a pesar de la agroindustria y las grandes multinacionales, la base de la agricultura sigue siendo familiar, un modelo que fomenta la preservación de los alimentos tradicionales y que salvaguarda la biodiversidad. En el último informe de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y la Fundación de Estudios Rurales se indica que en España el 87 % de las explotaciones son de carácter familiar. Ventura lo tiene claro: «Si un pueblo como este, con 1.400 habitantes, se mantiene vivo es gracias a las explotaciones familiares que estamos aquí. Si no, probablemente el pueblo habría desaparecido». Este tipo de agricultura es un pilar fundamental para fomentar el empleo en medios rurales, que alcanzan el 83 % de los municipios de España según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Tengamos en cuenta a los agricultores como los hace el Papa Francisco que apoya este estilo de vida. De hecho, les dedicó unas palabras en la VIII Conferencia Global del Foro Rural Mundial celebrado en Vitoria hace unos días: «son la clave para hacer que los sistemas agroalimentarios sean más inclusivos, resilientes y eficientes», y reconoció además «su protagonismo en el progreso de los pueblos». También hizo especial hincapié en el papel de las mujeres rurales que, aseguró, «representan esa brújula segura para sus familias y son las verdaderas impulsoras del progreso de las sociedades».